Crónica de un adelgazamiento

Digamos que en estos últimos años no he estado con sobrepeso pero el hecho es que hace como año y medio adquirí un mal hábito de comer harta cantidad de comida chatarra, en caso mío bollos y toda clase de pancitos dulces y de ahí empecé a subir de peso, que si bien mantenía milagrosamente sin llegar al nivel de sobrepeso u obesidad, resultaba alarmante ver que seguía en constante aumento, casi, porque así sería inevitable llegar algún día a niveles peligrosos, por lo que algo tenía que cambiar antes y de ahí viene mi permanente interés por el adelgazamiento o la erróneamente llamada “dieta”.

Sabido es que es fácil hacer “dieta” y de hecho no se sabe cuántas personas, entre ellas yo, que la han hecho innumerables veces, y sabido también es que no es fácil lograr el éxito, o más bien mantener el éxito conseguido y seguir sin el famoso “rebote”. Al seguir esta interminable repetición de bajadas y subidas, la verdad es que llegué a tener casi 10kg demás comparado con mi peso registrado el día del chequeo médico de hace dos años (sea, antes de empezar a comer en exceso) y, bueno, esta vez tomé una decisión un poquito más firme con un objetivo claro: volver al dicho peso de hace dos años y lograrlo antes del cheque médico de este año. Más concretamente, el chequeo médico iba a ser la última semana de mayo o la primera semana de junio y aún quedaban dos meses de tiempo y nueve kilitos que eliminar.

Y así fue (agrandable al cliquear):

無題

Nota: para el “peso”, aparece la diferencia entre el peso del día y el de hace dos años.

Comencé el proceso de adelgazamiento sin hacer nada especial en realidad. Solo que dejé de tomar meriendas, “once”, galletas ni nada extra fuera del desayuno/almuerzo y cena de cada día. Siempre tomé el almuerzo y cena del comedor de la oficina y cuando no, opté por no elegir productos de trigo (pan/pasta/pizza, etc.) y en su lugar preferí cosas de arroz y verduras porque ya sabía que si una vez empezaba a comer pan, terminaba seguir comiendo sin parar. Así de fácil, simplemente seguí con esta “dieta normal” del 29 de marzo al 29 de abril, y durante estas cinco semanas parecía que todo iba bien y logré bajar constantemente de peso.

Con la llegada del “puente festivo de gran tamaño”, volví a la casa de mis padres y estuve ahí del 30 de abril al 5 de mayo. Durante este período se ha estancado la bajada del peso pero se nota un brusco altibajo del índice de grasa corporal, lo que tendría que ver con lo que comía ahí y con el medidor que usaba ahí (de diferente marca de la que uso en mi “casa de huéspedes”).

La noche del 7 de mayo partí para Niigata y volví la mañana del 9. Durante este viaje terminé comiendo algo en exceso, por sentir algo de “libertad” al estar de paseo y también para no sentir hambre durante la media maratón que corrí ahí…. aunque siempre caigo en el error de comer en extremo exceso con este argumento. El resultado, dos kilos de aumento en un fin de semana.

Alarmado por lo cometido en el fin de semana y para lograr el objetivo inicial, desde el martes siguiente, 10 de mayo, decidí correr 21km en vez de 10km todos los días, y también cenar algo más ligero a mi cuenta en vez de cenar en el comedor de la oficina (porque ahí es un menú un poco voluminoso para la cena). Y así pasé tres semanas y el efecto fue tremendo aunque igualmente fue duro seguir una vida así y no se lo recomiendo a nadie.

El 26 de mayo fue el famoso chequeo médico, donde ya estaba “preparado” y, al levantarme ese día, tenía el peso un poquito menos que hace dos años…

Bueno…. al averiguar un poquito sobre la erróneamente llamada “dieta” (claro, porque también hay gente que desea aumentar de peso y para eso intenta comer más… y eso también es “dieta”, con que verán que la “dieta” en sí no significa “adelgazamiento”), lo más recomendable es evitar perder demasiado peso en poco tiempo (porque así hay más peligro de rebote), hay que ver el contenido de los kilios que se logró perder (porque si se pierde más músculo que grasa, se reduce el metabolismo basal, lo cual igualmente hace más fácil el temido rebote), etc…. y algo que me tranquiliza es que en caso mío, bajan de la mano el peso y la grasa corporal juntos, a la vez que no he bajado tanto del metabolismo basal (aunque no puse este factor en el gráfico), y por el momento solo sería cuestión de no volver a caer en gula…

Y, bueno, no pretendo que esto sea un modelo para plan de adelgazamiento para alguien (o, bueno, demás estaría decirlo ya que no creo que nadie se ponga a correr 21km todos los días) y más bien sería para mí, porque al compartir la historia resultaría más vergonzante compartir algún tiempo después otra crónica de rebote, por lo que evitar esa “tragedia” sería un pequeño motivo más para mantenerme en línea. No sé qué tal me va a ir de ahora en adelante pero ojalá todo saludable.

2 comentarios

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2 Respuestas a “Crónica de un adelgazamiento

  1. Hola 759, ¿cómo estás?

    Fíjate que uno pensaría que por hacer tanto ejercicio no tendrías problemas por aumentar unos cuantos kilos, ¿no? Pero es que el peso no perdona je, je ,je; aunque lo bueno es que tú te controlas y eso te ha de ayudar bastante.
    Aquí en México, la época en la que las personas suelen (¿solemos?) aumentar de peso es durante el invierno, en especial el mes de diciembre; y es que en ese mes existen las famosas posadas, además de la comida de Navidad y Año Nuevo y todo el recalentado entre esas dos fechas, y hay que añadirle que tenemos la Rosca de Reyes el 06 de enero…mucho carbohidrato para tan poco tiempo 😀
    En verano muchas personas hacen dietas, con el pretexto de que hay que lucir bikini en la playa…aunque lo mejor sería mantener una alimentación balanceada durante el año y así, de esa manera, uno podría darse ciertos «permisos», ¿no crees?

    Saludos 🙂

    • 759

      Hola Paprika,
      Creo que aquí sucede exactamente lo mismo que en México: en invierno (especialmente durante los días de fin y comienzo de año) la gente tiende a comer mucho y hacer menos activdad física, lo que suele traer la consecuencia que responde al nombre de «engordamiento de Año Nuevo», mientras que antes de verano parece que muchas mujeres se ponen a hacer un esfuerzo por perder sus kilitos de más…. para lucir mejor la ropa de verano…. o sea que, en fin, a todos nos pasa lo mismo, ¿no?
      Bueno, en caso mío la verdad es que ahora estoy empezando a perder un poco la disciplinay a volver a caer en lo de antes, así que tendré que seguir esforzándome por detener la enésima caída…
      Muchas gracias por el comentario. Saludos.

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