Ayer fue shosho (que significaría que la temporada de mayor calor está llegando a su fin) de las 24 estaciones del año del antiguo calendario chino, donde shosho está entre risshû (“inicio de otoño”, 8 de agosto) y shûbun (equinoccio otoñal, que aquí significaría “mitad de otoño”, 23 de septiembre), con que se podría decir que en realidad estamos en otoño ya… aunque siempre con la aclaración de “según el calendario”.
Hagamos caso o no al calendario chino, la contundente realidad es que el calor pareciera no querer irse todavía. Hoy mismo se está registrando temperaturas máximas de 34 grados en mi zona,
36 grados en otra ciudad de Saitama, 35 en algunas otras ciudades etc., además de lo cual, lo raro en este verano es que casi no tenemos las lluvias temporales muy típicas de las tardes de verano, que deberían estar sirviendo para bajar un poco la temperatura pero esta vez no, y solo seguimos soportando el insoportable calor y el intensísimo rayo solar…
Bueno, no sé si será por este verano especialmente caluroso o no, o si será algo espontáneo, por casualidad o quizá por la actual tendencia de procurar alcanzar algún objetivo sin gastar mucha energía, lo que ahora noto es el extendido uso del parasol de los peatones.
Se podría decir que este tipo de parasoles existían desde hace siglos, pero antes (desde que yo tengo la memoria) creo que eran más típicamente mujeres de edad quienes andaban con parasol, y por eso resulta llamativo ver que ahora, cualquier jovencita puede andar con su parasol con toda naturalidad… Y lo más gracioso fue lo que presencié un día en la calle, donde una chica andaba sosteniendo su parasol en una mano, y con un paraguas plegado en la otra mano (bueno, en ese momento hacía sol pero podía llover repentinamente, quizá), qué tal muestra de que son dos cosas diferentes de diferentes usos: el parasol y el paraguas…
Bueno, si hoy en día se habla mucho sobre el cuidado de la piel contra rayos solares, UVA, UVB o UVC y esas cosas (aquí por ejemplo), debe ser una buena práctica el uso del parasol, así que… ¿se animará alguno de ustedes a empezar a andar con un parasol también?