Un domingo por la tarde

– ¿Qué te pareció?
Yo respeto a quienes creen en esa religión, pero espero que sepan también respetar a los que no comparten su fe.

Es una respuesta que de seguro no le va a gustar a este tipo que está frente a mí, con quien acabo de asistir, en contra de mi voluntad, a un seminario de un grupo religioso. Fue un chico cualquiera, inofensivo a la primera vista, que nunca hubiera conocido si no por un trabajo temporal en que casualmente coincidimos, y que de ahí, al ver que íbamos a trabajar juntos un día más, me había invitado a tomar café un domingo por la tarde, oferta que acepté sin sospechar nada, aunque sí que me pareció raro que luego de concertar la hora y lugar me volviera a llamar una vez más para decirme que él posiblemente aparecería con vestido demasiado formal pero que no me asustara, que solo que vendría a verme luego de asistir a una boda. Y, bueno, así nos encontramos a tomar un café y conversamos un rato. Nada raro hasta ahí, si no por lo que vino después: Cuando, saliendo del café luego de pasar un rato conversando, pensaba que ya nos despediríamos, inesperadamente me dice que iba a asistir a una “reunión” en un local cerca, a donde quiere que lo acompañe. Bueno, lo acompaño, hasta un local de la Municipalidad, y recién ahí me entero de que se trata de un seminario de un grupo budista. Preferiría no meterme en tal cita, pero el chico insiste, que no pasará nada, y termino cediendo por una vez más. Y el seminario… En una amplia sala hay decenas, o casi cien o más de cien.. no sé, asistentes, que escuchan atentamente la enérgica prédica, centrada en cómo el Gran Maestro, fundador de esa escuela, vencía y convencía a sus enemigos, hasta que éstos no tuvieran otro remedio que aceptar totalmente la enseñanza de Él, basada en un determinado sutra que es, supuestamente, la única y verdadera manera de salvación, sin la cual la humanidad no tendría otro destino que el infierno, por más que recurra a otras religiones, otros profetas, otras ciencias o cosas por el estilo que son todos herejes malignos. De vez en cuando el seminarista invita a los presentes a repetir o recitar alguna oración o no sé qué, y todos obedecen con un auténtico fervor. Eso sí, es impresionante, cómo las personas pueden llegar a creer, de manera tan fanática, en algo que a mí no me interesa en absoluto. Como sea, al parecer, esa gente no solo busca su propia salvación, sino que pretende convertir al pueblo japonés entero, para establecer un Estado basado en su religión y construir un “Altar Nacional” o algo así que no termino de entender muy bien. Al menos se podría decir que es una religión muy excluyente y agresiva, cuyos creyentes son unos verdaderos militantes.. Por suerte, durante el seminario no pasa nada más que la “prédica”, que ya termina. Luego, sin embargo, él tipo aún no me quiere dejar, y ahora entramos a un restaurante a conversar un rato más. Bueno, yo estoy medio molesto pero hablar sí acepto, y de ahí la pregunta ¿qué te pareció?

Yo no tengo mucho que decirle: Que cada uno tiene derecho a profesar su religión preferida, pero nadie puede obligar a nadie a creer o no creer en nada. Solo eso. Creo que es algo bastante sencillo, pero lamentablemente este tipo no me quiere entender, y empieza inútilmente a tratar de convencerme de lo “verdadera” y “única” que es su religión, tratando de asustarme, inútilmente también, con el cuento de muerte, infierno, vida arruinada o cosas por el estilo que sería la suerte de los que no aceptan Su religión. Yo me niego a creer nada de lo que dice este chico, porque simplemente no soy capaz de decir “Sí, creo” en algo en que no creo. Porque, si bien es fácil pronunciar la palabra c-r-e-o, no sirve para nada si uno no cree de verdad, de corazón. Y por otra parte, no sé cuántos dioses, cuántas religiones existen en este mundo, y si la mayoría de los dioses/religiones son incompatibles entre sí, pienso que aceptar a un dios y tener su salvación significaría rechazar a los demás dioses y por ellos ser condenado al infierno según esas otras religiones rechazadas. Si aceptara la religión de este chico que está frente a mí, supuestamente me salvaría de Su infierno, pero estaría condenado a otros innumerables infiernos, igualmente horribles, o ¿no? Y en fin, si existen tantas religiones que afirman todas ser la única verdad, llego a pensar que quizá puede haber una verdadera, y todas las demás falsas. Y el problema es que por una simple cuestión de probabilidades, es mil veces o millones de veces más probable que aparezcan predicadores falsos frente a mí.. Y el tipo frente a mí, aparte de repetir sus explicaciones que ya hace rato que no tienen nada de novedad, me dice que se puede comprobar fácilmente la veracidad de su religión: Sentirás algo especial si rezas ese único sutra salvador, y eso será la prueba, así que por qué no vamos ahora mismo a casa de un compañero suyo a comprobarlo. Es una propuesta que no puedo más que rechazar rotundamente: Dice que me van a dejar en libertad si hago esa oración y no siento nada especial, pero ¿quién creería en tal cuento? Si no siento nada al rezar, seguro que van poner cualquier pretexto, tipo “Si no has sentido nada, es porque no has rezado de corazón”… y es demasiado probable que me vayan a retener o secuestrar mientras que no acepte su religión o ¿no?

Antes de que esta inútil conversación sea interminable, decido salir ya. Unilateralmente corto el diálogo y me dirijo a la cajera, cancelo la cuenta y salgo. Pero el tipo me persigue y ahora me retiene físicamente, agarrando mi brazo. Lo único que quiero es que me deje en paz, pero no, y dice que es porque si me deja sin convertirme, me voy a morir. Le digo que no importa, y entonces furioso me exige que declare en voz alta que no me importa morir por castigo de Buda. Eso sí, (si existiera tal castigo de Buda por haber rechazado la enseñanza de este tipo) sí estoy dispuesto a morir, y sin problema lo declaro. Y, este tipo, ahora más furioso, grita Si estás dispuesto a morir, muéstralo ahora mismo, y hace el gesto de empujarme a la calle para que me atropellen los carros que están circulando sin cesar…Bueno, yo acepté la muerte por castigo de Buda, pero nunca jamás acepté morir a manos de este loco. Eso no es castigo de Buda.

Tras caminar largo rato dando vueltas por la zona seguido de este loco, al no ver la manera de cambiar la situación le pregunto… ¿En fin, qué quiere que haga? Y al toque percibo que se aflora la mano que me seguía agarrando…

– Visitar la casa de un compañero y recitar el sutra, nada más.
Y si, habiendo recitado ese sutra, no siento nada especial, ¿me dejarán en libertad?
Claro, te dejaremos ir, en caso de que reces y no sientas nada.
Pues está bien, vamos.

Ya no me agarra.  Con increíble rapidez recupera la serenidad, y caminamos hacia la estación de tren. Al llegar, me dice que va a hacer una llamada telefónica a alguien. Me pide que un rato agarre su bolsa, entra a la cabina de teléfono y empieza a hablar.

Fue el momento más esperado. Suelto su bolsa y me echo a correr, a más no poder….

Y ya no fui a trabajar al día siguiente.

15 comentarios

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15 Respuestas a “Un domingo por la tarde

  1. Por las pistas que das, ya sé de quien estás hablando… No voy a comentar nada ya que bastantes dolores de cabeza me dio el tema, pero te digo que encontraste la persona equivocada y que hiciste bien en salir corriendo.
    Un abrazo!!

  2. A mí también me pasó algo parecido, pero la persona que me invitó (que decía ser mi amiga) no me dijo nada hasta que entramos en la sala… y como yo no quise pertenecer a esa secta… dejó de ser mi amiga 🙂
    Cosas como ésta tengo muchas para contar, experiencias mías, de un familiar y amigos.
    Un tema difícil pero pienso que es necesario contar.
    Igual que Nuria, hiciste bien en salir corriendo.
    Saludos y un buen finde!
    PD: creo que voy a poder ir a ver las pelis bolivianas, todavía no sé, te voy a avisar.

  3. ¡Qué miedo! :O Menos mal que conseguiste salir corriendo y librarte de ese ser extraño. T_T ¡Pobrecito! Yo habría estado muerta de miedo. 😦

    El tema de las sectas acá no es demasiado popular y, ciertamente, es difícil encontrar a personas que así, de la nada, te obliguen a ir a reuniones o intenten reclutarte para sus cultos bizarros. De hecho, yo no sabía mucho del tema hasta que me tocó traducir el manga «Carisma» para mi «mes de prueba» con una editorial española (que todavía no me pagan los dos tomos que traduje, pero ese es otro cuento… ¬¬). Ese manga es, precísamente, sobre las sectas y cómo una secta puede destruir la vida de una persona, cómo son fundadas por personas que sólo quieren hacerse ricas a costa de la inocencia o credulidad de personas y demás… Y cómo también hay mucha gente que cae con tanta facilidad en sus redes. Es un manga bien crudo, con muchas escenas ‘adultas’ (de sexo, de muerte, de descuartizamientos y otras cosas horribles), pero me obligó a investigar sobre el tema de las sectas para encontrar el vocabulario más adecuado para traducir algunas cosas. Y cuando empecé a leer este post, me acordé mucho de una escena de uno de los tomos que traduje, pues allí la ‘protagonista’ terminaba en una reunión como la que tú describes y terminaba viéndose envuelta en todo lo que ‘meterse a la secta’ implicaba pues ella, a diferencia tuya, no pudo salir corriendo (y tampoco quería … ¬¬U).

    Lamento mucho que hayas pasado por una experiencia tan traumante. Como te decía, yo me habría muerto de miedo. T_T Cuidate, querido niño.

    Besitos.

  4. 759

    Hola Nuria,
    La “persona equivocada” que tuve la mala suerte de encontrar pertenecía a un grupo no muy conocido, o al menos puedo decir que yo nunca había oído antes, ni volví a oír después, el nombre de su grupo, sino tratando yo de averiguar las cosas. Así que no sé si de verdad sabes del grupo o secta que menciono, o si de repente estás confundiendo un grupo con otro… De todas maneras espero que a ti no te suceda lo que me pasó a mi…
    Gracias por comentar. Saludos.

    Hola Nora,
    Así que tantas experiencias has tenido. Para mí fue la única vez, casi. Y ciertamente es un tema difícil de manejar, pero decidí contarlo, para que vieran las cosas que pueden suceder aquí, y quizá podría servir para que entendieran, de una manera, la actitud que muchos japoneses (no todos, como siempre) toman ante las religiones (o más bien ante “organizaciones religiosas”), ¿no?
    De películas bolivianas, algunas me interesan mucho, que espero poder ver… Aún no sé pero te aviso.
    Gracias por el comentario. Saludos.

    Hola Andrea,
    Yo nunca he visto ni oído hablar de tal “manga”, pero me parece bien que se dé a conocer este lado de la sociedad japonesa también. En Chile no sé, pero aquí es… un montón de “reclutadores” o “jaladores”, que en la calle o en las universidades se te acercan, te hablan y te invitan a asistir a no sé qué reunión…y de ahí, bueno, puede ser cómo el manga que tradujiste, o no sé… La verdad es que aquí, para mucha gente, la «religión» es más sinónimo de «peligro», mucho antes de pensar en la «vida», «salvación», etc. Así que, hay que tener cuidado, de verdad..
    Gracias por el comentario. Saludos.

  5. Qué horrible experiencia esa que cuentas O_O Me alegra mucho que consiguieras zafarte de ese energúmeno, yo creo que hubiese buscado al policía más cercano y le hubiese puesto una denuncia por amenazas.

    Yo no creo en ningún díos. Como tú dices, si sigues a uno te condenas por otros miles de millones, porque otra cosa no pero el ser humano se ha sacado de la manga mil variaciones del mismo tema (siempre acaba en muerte y destrucción para los no creyentes). Yo creo en no hacer el mal a los demás y conducirse por la vida con una ética que no dañe al resto y, si de verdad hay un ser superior que premia las buenas acciones… seguro que te dará una recompensa :p

    En fin… Qué malas son las sectas y qué fácil es para el ser humano caer en ellas si no se dispone de una fuerza de voluntad y unas convicciones firmes.

    Un saludo.

  6. Carlos

    Realmente sorprendente la experiencia que cuentas, es increíble hasta dónde pueden llegar los «reclutadores» con tal de conseguir un nuevo «miembro» y qué tantos intereses ocultos habrá con el fin de generar nuevos seguidores.
    He escuchado que en verdad hay muchos casos como éste aquí en Japón y todo empieza con una invitación amigable.
    Excelente narración y descripción de los hechos, tan bien hecha que podía claramente imaginarme la situación vivida.
    ¡A cuidarse !
    ¡Gracias y muchos saludos !

  7. ¡Que fuerte! Donde yo vivo están los Testigos de Jehová, los Mormones… son un poco plastas cuando te pillan por la calle, pero nunca te obligan a nada ni se ponen violentos de esa manera (al menos no, los que yo me he topado). Lo peor es cuando tienes un amigo de esos grupos religiosos, porque cada dos por tres intentan adoctrinarte, pero tu les dices que pasas de esos rollos y ellos al menos durante un tiempo no vuelven a hablar del tema (aunque lo volverán a hacer).

    Yo siempre he pensado que si yo respeto las creencias de los demás, ellos deberían respetarme a mi y si digo que no, es que no y punto.

    Si yo hubiese estado en tu lugar habría ido a la poli, la verdad es que tuviste suerte por poder salir huyendo.

  8. 759

    Hola Leydhen,
    Yo también creo en eso que dices al final, lo de ética, buenas acciones, o “valores universales”. Es algo que todos, independiente de la religión, podemos practicar, ¿verdad? “No hacer el mal a los demás”, etc.
    Gracias por comentar. Saludos.

    Hola Carlos,
    Ciertamente es sorprendente, y también escucho hablar de muchos casos parecidos, y por eso hay que tener mucho cuidado con las religiones (o con las “pseudo-religiones” que digamos, para no desestimar a las religiones más respetables.
    Gracias por el comentario. Saludos.

    Hola Nami,
    Al menos has tenido suerte, al no toparte con personas más violentas… Y es verdad, “si yo respeto las creencias de los demás, ellos deberían respetarme a mi”. Es exactamente lo que deseo de las personas religiosas.
    Gracias por comentar.. Saludos.

  9. Latchan

    Hola 759! (estoy de regreso^.^-)
    Que narracion tan sorprendente.
    Tengo amigos que profesan diversas religiones desde musulmanes hasta… las religiones no oficiales. Pero nunca he tenido una experiencia como la tuya. si me han tratado de comvener de ser parte de una, pero no hasta ese nivel que tu la has vivido. Considero que uno pueder tolerar y ser abierto ante este tipo de fenomenos. Pero cada cosa tiene sus limites y este si que se excedio! que bueno que te libraste. Pues, la religion a veces puede ser toda un «arma» que no tiene limites. Y es que cuando una persona «se casa» con una religion, esta viene a ser el principio y el fin del universo para esta (s) personas, la yave de todo cuanto existe y la unica manera de regir sus vidas.
    Me ha fascinado la manera en que has relatado esta experiencia tuya. Ha sido muy bien escrita.
    Un cordial saludo.
    Latchan

  10. 759

    Hola Latchan de nuevo,
    Bueno, por aquí creo que hay de todo, y también tengo amigos muy religioso que realmente viven por Dios pero que a la vez saben respetar a los demás y siguen siendo buenos amigos… pero lamentablemente hay, por otro lado, muchos grupos dudosos.
    Bueno, por una parte creo que hay personas que realmente creyentes, que desean de corazón “salvar” a sus amigos…. pero si se trata de una “salvación” que difícilmente se puede comprobar objetivamente, al final es cuestión de creer o no, y es donde nadie puede obligar a nadie a nada, ¿no?
    Gracias por el comentario, y saludos

  11. Sam

    Lei tu post, y creeme, que no he podido sentirme mas identificado que tu.
    Yo antes de estudiar y trabajar aca, cai en la «universidad» de esta secta, para mi curso de japones.
    Creeme
    fue horrible!
    tu lograste escapar
    yo tuve que aguantar todo un largo periodo un intento de lavarme el cerebro, de hacerme ver videos horas y horas, y hasta comprarme mi conciencia una vez dandome dinero para una salida y luego de eso querian que este todo un dia entonando el sutra y diciendo lo grandioso que me senti por que su maestro me daba dinero para salir.
    Si te contara lo que se y la pena que me da mucha gente que pasa todo el dia en eso.
    Por suerte pudiste escapar.
    Gran blog saludos!

  12. Sam

    p.d.
    no sirve de nada decirle que respetas su religion si ellos son felices ahi pero que ellos respeten tu manera de pensar.
    eso es algo imposible para ellos
    como lo has podido comprobar
    saludos

  13. 759

    Hola Sam,
    Ya me imagino lo horrible que habrá sido tu caso, de haber sido forzado a creer en algo en contra de tu voluntad…. Eso no debe ser. De todas maneras, si me lo cuentas en tiempo pasado, es que al final lograste salir de ahí, de eso me alegro.
    Gracias por compartir tu experiencia. Saludos.

  14. Julián

    Vaya 759 qué tal experiencia!
    Hace mucho tiempo aquí en Perú, cuando pasaba por una situción emocional muy complicada, un amigo me invitó a su iglesia. Fui porque creí en la sinceridad de él, pero lo que sentí en la reunión a la cual fui invitado fue una absoluta manipulación con palabras escogidas muy cuidadosamente y la emoción más falsa que se le podía imprimir a aquella perorata.
    Siempre pensé, con el respeto que se merecen los que sí lo han hecho (y me van a linchar por este comentario), que hay que ser débil mental para dejarse engatusar por cualquier secta de medio pelo.
    Un abrazo.

  15. 759

    Hola Julián,
    Ya me imagino que en Perú también habrá bastantes sectas, algunas serias y otras no.
    Bueno yo algunas veces he visto en los noticieros peruanos reportajes sobre algunas personas que ha estado problemas (emocional, social, interpersonal…) y lograron rehacer su vida con el apoyo de algunas iglesias… y me parece bien que hay religiones que así ayudan, pero también hay tantas otras sectas dudosas.. Hay que tener cuidado, ¿no?
    Gracias por el comentario. Saludos.

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